sábado, 29 de noviembre de 2008

Geografía e incidencia de la malaria sobre la población mundial

DÓNDE Y POR QUÉ ABUNDA
En el año 2008 hay 109 países con malaria endémica, 45 de ellos en la Región de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La malaria endémica ya no se observa en muchos países templados y en zonas desarrolladas de los países tropicales, pero constituye una causa importante de enfermedad en muchas zonas tropicales y subtropicales donde el desarrollo socioeconómico es deficiente. También se identifican zonas de alta transmisibilidad en la periferia de bosques en América del sur (como en Brasil) y en el Asia sudoriental (como en Indonesia).

La epidemiología de la malaria en cualquier área refleja una compleja serie de interacciones entre muchos factores determinantes. Podemos agrupar estos determinantes en los relativos a los siguientes cinco: 1) parásito (especie, susceptibilidad a la infección del vector, quimiorresistencia); 2) huésped humano (edad, historia de exposición, genotipo, gestación); 3) mosquito vector (longevidad, densidad, etología, susceptibilidad a la infección); 4) medio ambiente (temperatura, precipitaciones, humedad relativa, urbanización vivienda, deforestación); y 5) medidas de control (telas mosquiteras, rociamiento residual, manejo del medio ambiente, control biológico).

Entre los factores que aumentan la incidencia de casos están: el incremento de la resistencia de los parásitos a los medicamentos antimaláricos, el aumento de resistencia de los mosquitos a los insecticidas, el deterioro de los sistemas sanitarios públicos, los movimientos de población por disturbios políticos y conflictos bélicos y factores climáticos o ambientales.
PERSONA AFECTADAS O EN RIESGO
El panorama mundial actual (últimos datos de 2006) se describe en el Informe Mundial de Malaria 2008, publicado recientemente por la OMS. En 2006 había unos 3.300 millones de personas en riesgo de sufrir malaria. De esa cifra, 2.100 millones estaban expuestas a un riesgo bajo (<>1 caso por 1.000 habitantes) vivían principalmente en África y Asia Sudoriental .

En 2006 se estima que hubo unos 250 millones de episodios de malaria. Casi el 90% de los casos se dieron en África; el 80% de ellos se concentraron en 13 países, y más de la mitad correspondieron a Nigeria, la República Democrática del Congo, Etiopía, Sudán, Tanzania y Kenia. Entre los casos registrados fuera de África, el 80% se dieron en India, Myanmar, Bangladesh, Indonesia, Papua Nueva Guinea y Pakistán. Ese mismo año se estima que hubo casi un millón de defunciones por malaria, el 91% de las cuales se registraron en África, y el 85% entre menores de cinco años.

Si comparamos estas cifras con las del informe anterior relativo al año 2004, vemos que la situación ha mejorado. Las reducciones del número de casos y de defunciones pueden relacionarse en algunos países con intervenciones específicas, por ejemplo con el uso focalizado de mosquiteros tratados con insecticida (MTI) en Camboya, India, Laos y Vietnam.

DEFICIENCIAS EN LAS ESTADÍSTICAS
Las estimaciones sobre la incidencia de malaria se basan en parte en el número de casos notificados por los programas nacionales de control de la malaria (PNCM). Esos informes de casos distan mucho de estar completos en la mayoría de los países. Los programas nacionales de control de la malaria notificaron en total, en 2006, 94 millones de casos, es decir, el 37% de la incidencia mundial de casos estimada. La proporción real de episodios de malaria detectados por los PNCM habría sido inferior a ese 37% debido a que, en algunos países, entre los casos notificados figuran pacientes con diagnóstico clínico de malaria que sin embargo no sufren la enfermedad. Los PNCM notificaron 301.000 muertes por malaria, lo que supone un 34% de las defunciones estimadas en todo el mundo en 2006.

MEDIOS DE COMBATE INSUFICIENTES
Entre los medios disponibles para combatir la malaria destacan: los mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración (MILD), el tratamiento combinado basado en la artemisinina (TAC), el rociamiento de interiores con insecticidas de acción residual (RIR) y el tratamiento preventivo intermitente durante el embarazo (TPI). Pese al gran aumento del suministro de mosquiteros, especialmente de MILD en África, el número disponible en 2006 se mantuvo todavía muy por debajo de las necesidades en casi todos los países. La adquisición de medicamentos antimaláricos a través de los servicios de salud pública también aumentó de forma pronunciada, pero el acceso al tratamiento, especialmente al TAC, fue insuficiente en todos los países encuestados en 2006.

Las encuestas de hogares y los datos de PNCM revelaron que la cobertura de todas las intervenciones en 2006 fue muy inferior a la meta del 80% fijada por la Asamblea Mundial de la Salud en la mayoría de los países africanos. Se estima que el suministro de MTI a los PNCM era suficiente para proteger aproximadamente el 26% de la población en 37 países africanos.

Encuestas realizadas en 18 países africanos revelan que el 34% de los hogares poseían un MTI; el 23% de los niños y el 27% de las mujeres embarazadas dormían bajo un MTI; el 38% de los niños con fiebre fueron tratados con antimaláricos, pero sólo un 3% con TAC; y el 18% de las mujeres recibieron TPI durante el embarazo. En Etiopía, Gambia, Kenia, Malí, Níger y Togo una alta proporción de la población tiene acceso a medicamentos antimaláricos o mosquiteros con insecticida. La alta cobertura de RIR en Namibia, Sudáfrica y Swazilandia concuerda con la disminución del número de casos observada en esos países.

En las otras regiones del mundo, diferentes a África, la cobertura de las intervenciones es difícil de medir debido a que las encuestas de hogares no son frecuentes, los métodos preventivos generalmente se focalizan sobre grupos de alto riesgo de tamaño desconocido, y los PNCM no reportan datos sobre diagnóstico y tratamiento en el sector privado.

LA SITUACIÓN GLOBALMENTE MEJORA
Aunque la conexión entre las intervenciones y su impacto no siempre está clara, al menos 7 de 45 países o zonas africanas con poblaciones relativamente pequeñas, una buena vigilancia y una cobertura de intervención alta lograron reducir los casos de malaria y la mortalidad por esa causa en un 50% o más entre 2000 y 2006. Asimismo, en al menos 22 de 64 países de otras regiones del mundo, los casos de malaria disminuyeron un 50% durante el periodo 2000–2006.